jueves, octubre 20, 2016

EL ADIOS



Hay momentos que nos definen, que nos ponen en un camino específico, que nos hacen madurar; en mi caso fue la muerte de mi madre-abuela, con el tiempo la muerte de mi hermana quien ayudó en mi crianza, y por último la muerte de mi padre, personas que ayudaron en mi vida de igual forma fueron falleciendo en el devenir de la vida, el adiós en algunos casos ni siquiera existió, mis emociones y mis recuerdos quedaron quebrantados, porque con cada persona que se iba de mi camino una parte de mi salía afectada.

La vida es una escuela: tenemos lecciones que enfrentar, retos que nos sorprenden, tempestades que nos abaten y en muchas veces todo queda contenido en un simple adiós. Hay personas que se fueron con sorpresa como  cuando yo era apenas un niño y todavía los recuerdo: desde el borrachito que hacía los mandados a mi madre, el cual significó mi primera experiencia con la muerte…murió adentro del edificio donde mi crié, producto de una cirrosis hepática sin embargo siempre fue una persona amable, dispuesta a ayudar y su adiós fue traumático para un niño de 7 años, mi mente no entendía que no lo volvería a ver el resto de mi vida, sin embargo su recuerdo de amabilidad y de servicio a pesar de su alcoholismo nunca me afectó es más me dejó la lección de ayudar y de ser servicial.

La muerte puede ser vista como un final o como un inicio, el final de la parte física de alguien que se va de éste mundo y como el inicio de lo que aprendimos de dicha persona, si somos observativos veremos que cada persona nos dejó siempre algo que aprender aunque aparente que no, incluso aquellas personas por las cuales pasamos un inmenso sufrimiento, todas sin excepción nos dejan algo que aprender, algo que entender, algo que desarrollar en nosotros mismos, sea la lección que sea: paciencia, mesura, tolerancia, respeto, etc., eso que se nos pone como algo indeseable a la larga termina determinando el ser humano que en la vida logramos desarrollar.

Con la muerte de mi madre-abuela las cosas se pusieron complicadas porque me deprimí y estuve con una crisis existencial prolongada, cinco años después mi matrimonio de entonces llegó a su fin, y me quedé estancado en muchos aspectos en casi una década, de ahí se le sumarían la muerte de mi hermana mayor que me había criado, y finalmente la muerte de mi padre, todas ellas personas importantes, que hicieron de mi la persona que en estos 45 años he logrado ser, el adiós es la parte de nosotros que se prepara después que hemos finalizado una relación que nos secuestra la muerte, es la parte de nuestro ser que debe seguir a pesar de la ausencia, del dolor, del sufrimiento de una partida porque nos han dado tanto en ese camino común, que nos llevaron sin darnos cuenta por el destino y no nos percatábamos de lo mucho que los amamos, es como poner flores pensando que el duelo que nos queda debe superarse de alguna forma.

El adiós es ese pequeño momento que es un destino común que algún día los nuestros van a llorar nuestra partida también, que aquellos que de alguna forma nos acumularon rencor puedan perdonar y seguir, que sanando el corazón aprendiendo a dejar ir, aprendiendo a decir con paz ese adiós que tanto nos afecta  y liberar el alma de cualquier atadura negativa, el adiós es el principio del aprendizaje de vida, es el continúo renovar de la existencia, eso ningún libro te lo enseña eso debes vivirlo personalmente, y cuando lo hagas tu vida debe fluir de la mejor manera…por experiencia lo digo, los problemas, las situaciones, los retos siempre estarán ahí, pero tus ideas y emociones estarán mejor preparadas, y el legado de quienes se han ido será tu mejor tesoro, es tiempo de continuar, de abrirse a la vida y decir de la forma más amorosa y honesta: adiós.

A TODOS AQUELLOS QUE LOS SORPRENDIÓ UN ADIÓS.

EZEQUIEL MENDEZ
@ezek71

ezek71@gmail.com

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