domingo, enero 06, 2013

MAS ALLÁ DE LAS APARIENCIAS

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 “Nunca juzgues un libro por su portada” Este proverbio anónimo, nos dice mucho y nos enseña a valorar a las acciones sin emitir juicios valorativos de fondo, es fácil emitir un juicio sin esbozar el meollo de las cosas, porque así cualquiera puede de forma vanal emitir una idea de algo, de alguien o de un aspecto desconocido. Las personas en realidad se conocen después de un tiempo de convivir, de conocer sus altos y bajos emocionales, del temperamento de cada día, no podemos decir que porque una persona es obesa tiene un carácter débil, o por la calidad de una ropa es lo que es, o por la forma de vestir o afinidades llegar a declarar un aspecto de alguien; en la vida he tenido que salir a la palestra de situaciones bastante incómodas por mi apariencia, he tenido que soportar la burla por mi aspecto físico o por mi obesidad la cual me ha acompañado los últimos diez años de mi vida, no por ello nadie puede formarse una idea de mi forma de ser por estos triste parámetros de mi apariencia física, incluso he tenido que soportar la burla de mi propia familia que ven en mi obesidad un tema muy ameno para chistes de mal gusto.

No crean que mi físico determina lo que soy: puede que me de mis limitantes y que no tenga el aspecto de una celebridad de Hollywood, pero mi ser interior no lo determina eso, siempre he sido de la idea que a las personas hay que conocerlas, valorarlas y sacar conclusiones después de tratarles, así obesos, delgados, narizones, personas incapacitadas, de niveles económicos diversos, de preferencias sexuales alternativas y de varias razas han sido mis amigos(as) de muchos años; nunca he determinado el fondo de sus carácteres basados en dichos criterios, ni he dejado que los prejucios se interponga en mi camino, las personas valen por su ser interior, por sus historias de vida, por las diversas situaciones que les ha tocado afrontar, nunca he juzgado un libro por la portada haciendo la analogía los seres humanos somos más de aquello que aparentamos, de lo que tenemos o de los que económicamente hacemos.

Creo firmemente que hay que educar a la sociedad entera, que vive de la vida de las apariencias... tanto aparentas tanto vales, así los gordos somos vistos con mofa, los pobres tambien y los incapacitados como personas de lástima, y todos ellos me han demostrado lo contrario, el materialismo no es capaz de darnos las respuestas, el dinero es un buen elemento pero lo que le da valor es cómo inteligentemente se usa en la vida de las personas, por lo tanto las apariencias son un enemigo acérrimo nos quedamos en la superficie y no vamos al fondo; el fondo que cada persona representa va más allá de lo que en realidad aparenta, el valor humano no se mide ni por la forma física, ni por el dinero, ni por nada que los estándares materialistas nos dictan; valemos por nuestro fondo por lo que como humanos somos, sentimos y hacemos aún con la limitantes que a muchos de nosotros nos toca lidiar.

Cuando te sientas tentado a criticar la apariencia recuerda que esa persona es más que esa apariencia, que en el fondo es un alma luchando en la tragedia materialista, en un circo lleno de mala energía que se dedica a criticar, a destruir y desvalorar lo que como humanos en realidad valemos y nacemos para llegar a realizar, la meta de nuestro objetivo espiritual que cada quien debe descubrir.

Ezequiel Méndez
@ezek71 (Twitter)