martes, enero 27, 2009

Dedicado a la familia


LECCIONES
Muchas personas cuando se acercan a los 40 años se mofan de su propia vida y y suelen ver hasta con ironía lo que ha sido su propia trayectoria de vida, pero con honestidad y dejando la mofa a un lado si yo tuviese la oportunidad de regresar a mi adolescencia, ¿qué haría? ¿qué cosas cambiaría?,  si tuviese la oportunidad de regresar a mi mismo con la sabiduría y con el cúmulo de experiencias que he recibido en el camino de la existencia, ¿cuáles cosas me recomendaría?
Primero: Nadie aprende con zapatos ajenos, no hay forma de evitar ésta máxima, todas las personas nos negamos a escuchar el consejo adecuado, ya sea por sentirse superior a la situación, por rebeldía o por pura necedad; y más aún cuando la inexperiencia es la que nos lleva a ser impulsivos y emocionales rechazando el consejo providencial de aquellos que con humildad nos dieron aquellos valiosos consejos que dejamos a un lado por intolerancia tan normal en nuestros años mozos.
Segundo: Le diría que deje de ser tan emocional a la hora de una decisión, que escuche primero a su propio interior en un momento de análisis y reflexión, y no seguir lo que la testosterona hizo que hiciese sin usar ese preciado cerebro que muchas veces estuvo sólo de adorno, muchas de las decisiones más vitales de la vida las tomé lastimosamente usando a las emociones como consejero, lo cual evidentemente fue no sólo errado sino pernicioso; la mayoría de personas cuando se enconflictan evitan escuchar a ese ser pacífico y reflexivo que llevamos en nuestro interior sino que hacemos más caso del impulso de las emociones descontroladas las cuales cuando ya no existen reparos llegamos al análisis certero y crítico, muchas veces con las costas que eso implica.
Tercero: Apreciaría más a mis padres de lo que en su momento dije apreciar, como muestra de falsa modestia decía agradecerles sus consejos y preocupación, pero cuando observaba que estaba equivocado era hasta entonces que llegaba a la conclusión que el equivocado era yo, ellos que muchas veces aprendieron de sus mismos errores cuando trataban de orientarme y aún así lo hice a un lado, porque las personas en su juventud piensan que el único con la razón es él mismo cosa que la vida misma me recordó cuando muchas cosas que hice terminaron siendo tremendos fiascos y decepciones que mi propias decisiones me dieron como resultado de no apreciar a aquellos viejos que pretendían solamente ayudarme aunque sus formas no eran a veces las más prosaicas hay que entender que ellos venían de otra generación, y ahora cuando ya soy otra con respecto a mis hijos he empezado a entenderlos.
Cuarto: Nadie va a valorar lo que no aprende directamente, por más que me aconsejaron, por más que trataron de convencerme, por más pistas que me dieron para facilitar mi aprendizaje, al final mis oídos sordos fueron los que prevalecieron, hoy muchos como yo que ya estamos en los cuarenta de nuestras vidas, he entendido a mis padres, pero la dinámica de la vida es así; hoy mis hijos están adonde hace más de veinticinco estuve yo, son ellos los que ven la vida como solía verla, pero por más que quiera ellos van a tener que aprender de forma directa, sus experiencias serán las que van a darle el conocimiento necesario, y muchos de sus errores serán la mejor forma de aprendizaje, por lo tanto mi rol es de consejero no de juez, si quieren tomar el consejo que así sea de lo contrario serán ellos mismos los que al final de mucho tiempo al igual que yo verán éste escrito con otros ojos y aceptará la mayoría de su contenido.
Quinto: Todo esto finalmente se aprende cuando te conviertes en lo que en un momento tanto rechazabas, cuando llegas a la cuenta que has hecho tu familia, que cometiste tus errores, que tus hijos crecen y dejen la niñez para empezar a cuestionarte como autoridad, cuando empiezas a ver que ya tienes unas cuantas canas en el pelo, cuando ves que la vida en algún momento entrará en la tercera parte de la misma, es hasta entonces que la sabiduría llega a tu corazón, y empiezas a actuar como un día lo hicieron tus padres, porque la vida es así, las lecciones más importantes sólo se aprenden cuando vives, te equivocas y aprendes.
Dedicado en memoria de mi madre, y a mi padre que aún tengo la dicha de tener,
¡ qué hubiera sido de mí sin ellos!
Ezequiel Méndez
http://ezequielmendez.info
Salvador@ezequielmendez.info.