Primero es algo personal: eso pertenece al ámbito de lo íntimo, lo
que usted crea o yo o cualquier persona no me ayuda en nada, no me ayuda por
ejemplo en ir a hacer una compra al supermercado; ni intento hacer un
adoctrinamiento a favor ni en contra en filosofía eso se llama "el debate epistemológico",
lo mejor de nosotros como humanos se debe al recto actuar ya los presocráticos
lo habían señalado, con Sócrates, Aristóteles y Platón enciende un debate
todavía aún más profundo, Platón con su "hiperuranio" o mundo de las
ideas nos lleva a una concepción todavía más profunda pensar que las ideas
tienen más peso que la realidad objetiva, ni la realidad es totalmente lo que
es la teoría cuántica nos dice que estamos en una realidad que lo que creemos
es "espacio vacío" lo que nos lleva a una disyuntiva las ideas ni la
realidad ofrecen un resultado que nos puede alentar a responder... ese debate
es una pérdida de tiempo porque quienes presentan una respuesta tienen que
acudir a "conceptos" lo que no podemos probar en el mundo objetivo,
ambas posturas se atacan y les gusta encarnizadamente demostrar sus “verdades”
lo que tampoco procede.
Segundo es algo que en lugar de unir atrae debate innecesario: Yo
conozco personas ateas que tienen una vida muy ejemplar y son muy consecuentes
con sus ideas y forma de cómo ven su cosmovisión de la vida, como también hay
personas que tienen vidas sin un filtro que llamemos moral; lo mismo suceden
con los creyentes hay personas ejemplares y que llevan sus vidas de acuerdo a
esos preceptos y códigos religiosos, pero de igual forma el fanatismo lleva a
personas que actúan en sus vidas de forma contradictoria a esa religión que
profesan lo que los hace vivir dos realidades distintas el ser religioso que va
a su iglesia y otro que es tan divorciado de eso que supuestamente logra dentro
de su militancia religiosa. Es un debate estéril y que solamente calienta
emociones y cabezas sin potenciar el intelecto, no aporta solamente resta
cuando esos debates se dan.
Tercero por mas militante que seas nadie sale ganando a lo mejor un
buen disgusto: En qué te afecta si yo digo que soy agnóstico, o creyente, ateo,
o si creo en un dios particular, en un mundo lleno de miles de denominaciones
religiosas y que todas se autoproclaman las portadoras de la verdad y que
tienen contacto con ese dios que es el verdadero, y que nadie puede oponerse a
esa verdad absoluta, no hay nada que discutir, todas tienen el relativismo
epistemológico, creen y por lo tanto lo convierten en real, discutir es llegar
a un punto muerto en el cual no hay forma de probar solamente argumentar y en
ese argumento donde se parte de algo que no puede probar a ciencia cierta
entonces se basan en silogismos o en libros que por ser sagrados no tienen ni
caben dudas al respecto; de igual forma el ateo no puede probar la ausencia de
ese dios que tanto ataca, porque si lo hace desde una perspectiva en puntual
será ateo de esa religión en particular, y la ciencia que a estas alturas no tiene
forma de probar ese “concepto” llamado dios.
Cuarto hay filosofías que asumen a dios y otras que lo niegan: Como
todo en la historia de la filosofía hay ciertas perspectivas que lo asumen y
otras que lo niegan y dentro de sus cosmovisiones creen estar en lo correcto,
sin embargo nadie puede con certeza probar sus posturas, porque todo lo que el
hombre crea se llama “concepto” y todo aquello que conlleve un proceso mental
es precisamente un producto de la intelectualidad del mismo, el mundo objetivo
en el cual tenemos leyes físicas muy bien definidas y por lo tanto su método
científico es el que nos ubica en la realidad que está llena de “objetos” que
ocupan un espacio los cuales se someten a todas las leyes físicas del mismo, si
algo existe es un objeto pero si creamos algo que exista en la mente carente de
la probatoria mínima del rigor científico estamos ante aquello que ya he
mencionado “concepto” y finalmente el ser humano ocupa el “símbolo” que en
muchos casos son imágenes, códigos, e incluso lenguaje para expresar ese
concepto u objeto que quiere definir o expresar, dios es un concepto por lo
tanto quedamos atrapados dentro de un debate epistemológico que ni los
filósofos han podido dilucidar.
Quinto la tolerancia debe prevalecer: Si en algo quiero ofrecer es
que los teístas toleren y respeten a los ateos, de igual manera los ateos a los
teístas, en nada se avanza cuando hay burla, cuando hay sorna, cuando no
podemos avanzar en un entendimiento si hacemos de nuestras vidas una cruzada
para atacar a los que piensan diferente, si en ese proceso hacemos de la burla
la bandera de probidad de tus ideas entonces andas en el camino equivocado, que
sea tu vida el ejemplo más notorio de tus ideas, que tu espiritualidad se
manifieste en tus hechos no en tus palabras, que tu moral sea tu bandera, que
tu vida sea ejemplar no para lo que alguna religión o posición filosófica diga
sino porque eres consecuente con tu forma de vida, eres ejemplo de lo que
piensas y lo llevas a la práctica pero si eres un militante lleno de odio y que
tu cruzada es atacar de forma intestina a tus contrarios no has avanzado ni has
evolucionado todo lo contrario vives engañado pensando que la religión o la
falta de la misma te hace ser mejor que tu bando contrario, si lo que buscas es
entablar Litis y disputas con todas las personas que piensen diferente te hace
un militante de tus ideas no un ejemplo de las mismas porque el de verdad vive
su doctrina la práctica no solamente la menciona y las sigue para vivir en paz
no para buscar enemigos y dicotomías.
Respetar es un camino no un
destino, porque cuando caminas la debes usar con mucha anuencia, la debes
implementar en un mundo lleno de muchas diferencias, en las que la diversidad
es algo inexorable, en la que difícilmente todos pensarán como lo haces, el
debate de la existencia de dios es un debate estéril porque en lugar de llegar
a respuestas llegarás a la irreflexión, a la intolerancia y hasta las guerras.
Ezequiel Méndez
@ezek71 (twitter)
ezek71@gmail.com
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