domingo, septiembre 14, 2008

EN EL MES CIVICO DE MI PAIS

CIVISMO INTERIOR
Las personas cuando nos alejamos del país de origen sea cual sea la causa, no dejan de sentir la sensación de haber dejado algo que muy inmaterial se siente, que te hace suspirar en la intimidad de la emoción, en simples palabras es un sentimiento que no puede definirse pero que es real, muchas personas optan por olvidarse del lugar que les vio nacer, otros se dedican a hablar mal y a desvalorizar todo aquello que le suene a su país, y habemos otros que todo lo contrario de una forma a veces contradictoria valorizamos ese terruño que se ha quedado atrás y que es de donde viene nuestra raíz porque de ahí provenimos, cada septiembre que pasa encuentro en los periódicos nacionales artículos sobre el civismo, sobre los símbolos patrios, sobre el himno y la oración a la bandera, adecuado porque es nuestro mes cívico, pero después ¿qué?, debemos deambular con el silencio al civismo hasta cuando regresa otro septiembre, no lo considero adecuado, porque ahora que vivo lejos de mi país he encontrado tiempo para pensar y valorar más de eso que llamamos nacionalidad, El Salvador siempre será el único lugar en el mundo en el cual nunca seré un extranjero (aunque muchos adquieran otras nacionalidades en esencia siempre serás salvadoreño(a)… es como una marca registrada que no te la podrás quitar) porque contradictoriamente esa es la identidad que llevamos en nuestra forma de ser, es la idiocincracia propia, es la gastronomía que nos persigue, ese caliche nuestro que nos define, esa cosmovisión tan propia que tenemos, aunque compartamos el mismo himno y reverenciemos a la misma bandera hay un algo intangible que nos une, y es la identidad de sentirnos de un mismo lugar, de palabras que sólo nosotros los cipotes de corazón entendemos, y de nuestras bayuncadas propias que nos distinguen adonde sea que estemos.
Entiendo que no poseo títulos académicos que me den toda esa intelectualidad propia de los que escriben en mi país, pero de algo estoy seguro eso no me quita la capacidad de explicar mis ideas con coherencia dentro de la identidad salvadoreña, porque es algo que nadie puede quitarme, he vivido en EEUU, ahora en República Dominicana y he visto muchas personas que se avergüenzan de ser salvadoreños, en mi caso muy a pesar de los tantos estereotipos y clichés que nos persiguen sigo creyendo en la fuerza y fortaleza cuscatleca en el trabajo, en su laboriosidad y en el deseo de superación que muchas veces otras situaciones ajenas a nuestras voluntades no nos permiten desarrollarnos en nuestro país, la identidad salvadoreña la llevo en mi ADN, es parte de mi y siempre será así, todos los hijos que ha parido Cuscatlán tanto aquellos hijos nobles como sus detractores llevamos la misma carga histórica y social de nuestro común destino, hay que recordar que más allá de saber las motivaciones de nuestra identidad y cultura está la razón del porqué nos sentimos tan orgullosos de escuchar nuestro himno fuera de las fronteras patrias, del porqué extrañamos nuestra suculenta gastronomía propia y del porqué siempre leemos nuestros periódicos en línea en el Internet, porque esa parte de nosotros siempre nos hace recordarnos de lo que en un principio somos SALVADOREÑOS, y a muy a pesar que muchos atacarán esa identidad y hasta escribirán libros como “EL ASCO”, la salvadoreñidad es algo que me pertenece y lejos de aborrecerla me siento bendecido de haber nacido dentro de aquellos lugares como un poeta nuestro dijo “Donde baten las mares del sur” y que nuestro creador siempre derrame sus bendiciones a nuestra patria, independientemente de aquellos que sólo la satanizan y la destruyen con sus críticas, es mi país y por esa sencilla razón siempre la amaré y la llevaré en mi corazón.
A mi padre FRANCISCO ADAN MENDEZ
EZEQUIEL MENDEZ
Publicado en la edición de octubre de la revista educativa INCADI
República Dominicana.

lunes, septiembre 01, 2008

EL PELIGRO SILENCIOSO

INESTABILIDAD EMOCIONAL
He tenido la oportunidad de encontrarme con personas muy psicorígidas en mi vida, personas a las cuales no se les puede ni siquiera sugerir una crítica, que se victimizan por todo y ven en todas las personas enemigos potenciales que desean polemizar con ellos, ven por así decirlo que todo el mundo les critica y se mofa casi de forma automática de cualquier acto que hagan, que sin demostrarlo tienen un complejo de persecución, cuando alguien se atreve a disentir con ellos es tildado de malvado y tratan de crear escenarios de lucha y de discusión, yo he tenido que encontrarme con personas altamente inestables emocionalmente y creo que en realidad esas personas se convierten en peligros a nivel social ya que son capaces de inventarse o de crear cualquier situación anómala para demostrar el poder que tienen de agredir sin pensar, con la única excusa de sentirse agredidos o lastimados, hay que temerles pues la verdad es que si, porque no miden el alcance de su deformación emocional, porque creen que por el simple hecho de no coincidir con sus ideas hay que pelear, debatir, discutir en fin crear un escenario antagónico.
¿En dónde podemos encontrar mesura cuando alguien no la tiene?, para un conflicto se necesitan dos y si usted no tiene el ánimo de inmiscuirse en un conflicto no lo haga, evítelo… las disputas potencian más dolor del que resuelven, si alguien de forma colérica te ataca lo mejor es muchas veces dejar que el colérico reflexione su ira, porque es mejor crear un buen silencio que potenciar un mal ruido, esas personas creen que con crear circos las personas se van a compadecer de ellos puede ser que lo logren pero las personas con criterio mas fino no caen en actos de bajeza, si con un insulto los demás creen que te crean un agravio tu silencio le demuestra la altura que como persona puedes tener, muchas personas no les gusta mi forma de ser y de actuar, allá ellos tienen todo el derecho de disentir conmigo, no todas las personas van a pensar como yo, ni van a tener gustos parecidos ni van a compartir mis criterios, de eso se trata de tolerar a todo aquel que no piense como lo hago, ni sienta simpatía por las cosas que yo siento, esa es la palabra clave la TOLERANCIA, cuando te hagan un reclamo en lugar de buscar la disputa y la pelea piensa que hay de cierto en el reclamo, que a veces las personas no tienen el mismo tacto de comunicar sus diferencias porque es algo que no podemos manejar simplemente tenemos que tener la apertura mental de escuchar a aquellos que no comparten todo, y es mas crean antagonismo con nosotros. 
Si sabes de una persona inestable que quiere polemizar lo mejor es evadir la polémica, porque estas personas que tienen tanta inestabilidad son capaces de valerse de cualquier artilugio para siempre hacerse pasar por víctimas, para mi el criterio es siempre la mínima discusión posible, si estoy equivocado demuéstramelo con altura no con una grito ni con las emociones prendidas, si de verdad te he agravado demuestra en donde está el agravio no sólo porque te molestó algo con lo cual piensas que te he hecho daño, hasta en los tribunales hay que demostrar con hechos no con ideas subjetivas, estas personas son altamente peligrosas, ya que si te pones emocional terminarás en medio de un pleito en el cual el más lleno de resentimiento ganará la partida, y por lo general estas personas inestables logran hacer mas daño que del mismo que dijeron que recibieron en un primer momento.
Ezequiel Méndez
email:minutoalma@ezequielmendez.info