Hoy 29 de junio del 2013
le digo de nuevo al destino: ¡Bienvenido una nueva etapa! Algo
hermoso, que me permitió crecer como persona, aquel junio del 2003
nunca imaginé que en el lapso de 10 años iba a aprender tanto, que
iba a madurar y sobre todo a ser tan inmensamente feliz, pero como
toda etapa llegó a su fin, me ha tocado aplicar el poder del adiós,
quien no lo entiende se debate dando vueltas al mismo círculo... la
vida sigue y con sus encuentros y desencuentros debemos caminar
siempre hacia adelante, en mi vida hice dos hogares y procreé 6
hijos para algunos mucho pero para mi no fue mas que el resultado del
destino a ellos me debo como persona y son quienes han hecho de mi la
persona que soy, en el primero caminé con esa hermosa mujer 14 años
recuerdo que fue desde el 1 de diciembre del año 1989 hasta el 28 de
noviembre del año 2003 cuando el sueño llegó a su fin, tuve que
re ordenarme y luego de un año lleno de mucho dolor 363 días
después llegué a la Isla que ahora me ha adoptado, y así desde el
día 26 de noviembre del año 2004 hasta el día de hoy 29 de junio
del año 2013 pasaron 8 años y medio en los cuales tuve un hogar con
una hermosa dominicana que no solo me dio mucho amor sino que me
enseñó el valor de la vida, me hizo un profesional y me ayudó a
reinventarme como persona nuevamente, pero por cuestiones del destino
otra etapa llegó a su final.
El adiós es el momento
más álgido en el cual alguien debe de despedirse de alguien que
fue importante en la vida e iniciar una nueva etapa ya sea en
solitario o en una nueva relación, es normal salen las lágrimas e
incluso el dolor aparece como recordatorio de un amor que ha llegado
a su muerte o una relación emocional que llegó a su fin, sino pasas
por el filtro de un adiós sano y con dignidad te vas lleno de rencor
y con asuntos pendientes que te llevas a la siguiente relación y por
ende terminas viendo lo inconcluso en la nueva relación, en mi caso
no supe finiquitar mis deudas y así me llevé mucho de los errores
hacia la nueva etapa y en ella salieron mucho de mis defectos que
terminaron dando el mismo resultado, aunque duela YO SOY EL
RESPONSABLE de mis fracasos y por lo tanto no sirve hechar la
responsabilidad a nadie más, soy en suma el arquitecto de mi propio
destino, de mis aciertos y desaciertos, y por lo tanto en esta nueva
relación de casi 10 años terminé llegando al mismo destino.
Ahora es diferente he
asumido mis errores, y he entendido qué hice mal, por lo tanto pude
decir adiós con dignidad y sobre todo en paz, he dejado ir porque no
vale la pena aferrarse a algo que no funcionó, ahora debo continuar
con la frente en alto, es tiempo de crecer, es tiempo de darle la
bienvenida a la vida que a lo mejor no supe valorar en la época que
fui feliz, ahora debo aprender a serlo en solitario, siendo un padre,
siendo una persona que a sus 42 años ha caminado tanto y tan
intensamente pero debo de continuar ahora entiendo que es hora de
darte amor, de sincerarte y sobre todo no juzgar lo que ya pasó
sino proyectar lo que vendrá, porque ahora debo de ser paciente y
dejar que el universo fluya y me llevé a las etapas que me falten
por vivir pero contento y sobre todo en sincronía con el destino.
El poder del adiós
estriba en bendecir al que se va de tu camino, entendiendo a quien se
va de una relación amorosa que llegó a su final, sin rencores, sin
mala energía, y con honestidad dando las gracias por lo bueno que
fue para ti el círculo que se cierra con ese adiós, en mi primer
matrimonio a pesar que fue más prolongado que el segundo no lo hice,
y dejé maletas sin cerrar las cuales su peso me terminó
traicionando, ahora es diferente, me siento feliz que esa hermosa
mujer se vaya y se libere de lo que signifiqué como atadura
emocional o sentimental, la bendigo infinitamente y le deseo lo mejor
de lo mejor, he sabido en el día de hoy usar el poder del adiós, he
llorado, he expresado mis emociones pero ha sido lo mejor,
recomenzar, reinventarse y sobre todo cerrar los círculos que por
desgaste o por las razones que sean llegan a su fin, el poder del
adiós es eso: dejar ir, madurar y crecer en un sencillo acto...
llamado adiós.
¡Gracias por todo,
gracias por tu entereza, gracias por haberme llevado a ser el hombre
que ahora soy...INFINITAS GRACIAS Y QUE DIOS TE BENDIGA SIEMPRE!
¡ADIÓS!
Dedicado a mi segunda
esposa WENDY SUSANA y madre de mi hija ROSA DENNIS.
Publicado en el períodico Listin Diario de la República Dominicana
el día 14 de julio del año2013 en la sección Senderos