Esto lo aprendí de la vida...
Puede que tu padre te haya fallado, puede que incluso te haya lastimado más que nadie,
Puede que no te haya dado el amor que esperabas recibir...
Puede que las las cicatrices las lleves años
Y buena parte de tu vida te haya llevado sanarlas...
Pero como padre fue un humano más...
Cómo hijo no tienes derecho a faltarle el respeto aunque él te lo haya faltado.
Puede que como persona tuvo sus tribulaciones,
Pero en el fondo siempre quieren lo mejor para ti,..
Puede que sus errores como persona te hayan marcado el alma,
Cómo hijos no somos jueces de sus desventuras, yo nunca le falté el respeto a mi padre aunque él me lo haya faltado a mí mil veces...
Porque ahora en este momento de mi vida entiendo,
Que mi viejo siempre quiso que yo fuese tan fuerte como él lo fue...
Que sus palabras fuertes eran para despertar mi fortaleza, y que ahora que no está he entendido todo lo que tanto me dolió cuando me peleaba con él, la vida te da golpes tan inmisericordes que no hay margen para el débil, y eso lo aprendí nunca juzgando a mi viejo, ni faltandole el respeto, él me enseñó a juzgarme a mí y a nadie más, aunque pude siempre me guardé ese gran respeto que cada padre se merece, aunque no tuvo todas las respuestas me dió las que más necesité y eso fue suficiente.
¡Como hijos no podemos juzgar, no podemos insultar, ni mucho menos
faltarle el respeto a nuestros padres! Como hijos es nuestro deber
asumir el respeto que se merecen.
Esto puede que mis hijos no lo entiendan hoy...quizás puede que cuando yo ya no esté...como me pasó a mí...lo entiendan.
Esto puede que mis hijos no lo entiendan hoy...quizás puede que cuando yo ya no esté...como me pasó a mí...lo entiendan.
Ezequiel Méndez
ezek71@gmail.com
twitter: @ezek71