lunes, marzo 14, 2011

36 MESES

36 MESES
Han pasado casi tres años desde aquella mañana de abril que me desdibujó el alma, un mundo sin la presencia de ese ser tan amado y recordado no ha sido el mismo, se que aquellos(as) que han perdido a una madre sabrán entender lo que digo, sin embargo no puedo negar el impacto también ha hecho de mi una persona más centrada, he aprendido a apreciar las pequeñas cosas, he entendido que un momento u otro podemos encontrarnos con la muerte, que así se han ido apagando la luz de muchos(as) que se marcharon al descanso eterno y sólo nos queda lo bueno y a veces lo negativo que nos brindaron, poco a poco con sinceridad he ido aprendiendo la esencia de la vida: “estamos en eterno aprendizaje, en eterna reinvención, muy a pesar de las caídas que hemos encontrado y de las reincidencias que nos han hecho retroceder en el camino de la vida”.

Recuerdo que de repente ya todo ha cambiado, que las cosas que solían quitarme el sueño ahora ni siquiera me interesan, que las cosas que hice en buena parte respondía a mi nivel de conciencia, muchas de ellas fueron producto de mi propia ignorancia, de creerme el eterno vencedor, me negué muchas veces a escuchar incluso de ese ser tan especial como fue mi madre, la vida me ha dado tanto que no podría escribirlo ni siquiera en un libro, no siento que me falte nada, ya que las cosas materiales llegaron y se fueron sin hacerme una mejor o peor persona: eso lo determiné yo con la forma de ser con mis seres queridos, la vida ha sido un concierto de eventos inesperados hasta el día de hoy, lo que consideré seguro de repente se fue de mis manos y lo inseguro de repente tocó a mi puerta, eso ha sido la gran paradoja terminé haciendo cosas que jamás imaginé hacer y viviendo en lugares que jamás pensé ni siquiera conocer, eso es la vida: “aquello que no entendemos y encontramos en el camino.”

En estos 36 meses ha pasado de todo, pero sigo sintiendo un inmenso amor hacia aquella mujer que me dio todo sin esperar nada a cambio, el día de las madres no existe simplemente tiene que ser todos los días cuando tenemos la bendición de tenerla con nosotros, cuando ya no está se eternizan en nuestro corazón y vivirán hasta que nos toque unirnos en el descanso eterno, esta reflexión es la mejor forma de homenajear a todas las personas que hemos perdido a ese ser tan especial, tan hermoso y tan único que hasta que se han ido entendemos el infinito valor que tienen, tal vez sus cuerpos dejan de estar entre nosotros pero su amor queda siempre y de eso puedo dar fe.

A mi madre
A mi hermana Ada
A mi esposa
A mis hijos(as)
Con amor
Ezequiel Méndez
salvador@ezequielmendez.info
http://ezequielmendez.info