EL ENEMIGO INTERNO
(PROGRAMACIONES PARTE 2)
El ser humano tiene la capacidad de ser su propio impulsador de su vida o a la vez de limitarla y autodestruirla, lastimosamente así es, en mi propio caso he tenido que lidiar con mis propias limitaciones auto impuestas, con aquellas ideas limitantes que producen resultados negativos y a la vez destructivos, ése enemigo interno que parece siempre estar alerta es nuestro propio pensamiento, es como procesamos las ideas, como nos percibimos, como entendemos que debemos de reaccionar ante situaciones que nos llevan mucha de nuestra energía vital, es ese negativismo tan arraigado en nuestra cultura que la hemos convertido en objeto de culto en nuestro interior, que tal si al menos quitáramos de nuestro léxico diario palabras tales como “no puedo”, “lo intentaré”, “no creo tener la capacidad de hacerlo”, etc., ya que estas palabras y frases debilitadoras, en realidad nos convierten en seres mediocres y débiles, sin la fortaleza interior de enfrentar situaciones que conlleven altos niveles de confianza y deseos de progreso, porque esas “programaciones” son en realidad las causantes de tanta mediocridad y resultados abajo de nuestro verdadero potencial, para manifestar una idea en la realidad solo debemos de tener el deseo sincero de realizarla, de sacrificar todo lo que haya que sacrificarse para cumplirla, para perseguir ese deseo interior que nos dice que podemos no importa por cuanto obstáculo hayamos de pasar, porque al final de todo si el deseo interno es grandísimo, los resultados (que algunos llaman fracasos) no son mas que pasos necesarios para alcanzar una victoria interior, si hubiéramos dejado que esas ideas fueran universalmente aceptadas nunca se hubieran inventado tantas maravillas tecnológicas que ahora aprovechamos en nuestra vida común, si Edisson hubiera caído en sus 10,000 intentos de su bombillo eléctrico, y se hubiera sentido un fracasado, estaríamos aún a oscuras y no tuviéramos el desarrollo que como humanidad se ha alcanzando en el campo tecnológico, así que su deseo interior fue mayor a su enemigo interno, así podemos de una forma sencilla reprogramarnos, borrar esas sentencias negativas por palabras tales como “ yo puedo”, “lo haré” (no hay nada que se llame intentar..), “se que puedo y lo voy a hacer”, si tu resultado no es precisamente el deseado has hecho pequeños escalones de resultados, que finalmente algún día te llevarán al resultado final, por el cual has firmemente comenzado a hacer las cosas, tu interior siempre se sentirá satisfecho, porque el que quiere intentar sólo se queda en un mundo volátil sin resultados reales, porque el intentar no es precisamente obtener resultados, es una programación negativa, porque antes de comenzar ya sabes que no lo harás, que te quedarás en el intento, así esas programaciones que adquiriste con el tiempo se convirtieron en un credo interior, salir de ellas no será fácil, si para interiorizarlas las repetiste miles de veces, lo mismo se debe de hacer con las reprogramaciones , “afirmaciones positivas” que deben de hacerse siempre pensando en tu capacidad de traspasar las auto limitaciones que te fuiste poniendo a través de tus experiencias directas, tus fracasos son en realidad resultados que impactaron en ti de forma negativa, si por alguna razón no tuviste la capacidad de lograr un resultado específico no debiste de valorarte por ese resultado específico, todos llevamos esas experiencias en nuestro interior, saber lidiar con su carga emocional es lo realmente difícil, aprender a no sopesar la autoestima por experiencias negativas, sacar el aprendizaje en donde es casi imposible ver, es lo maravilloso de ser un humano, el cometer errores nos ponen en una situación realmente interesante, mediante los errores maduramos, crecemos como personas, y tanto emocional como espiritualmente subimos peldaños en esta escuela llamada vida que nos ha tocado vivir.
En el Periodico Listin Diario de República Dominicana
en la parte "Vida" Sección "Sendero" pág. 7 del dia domingo 14 de Agosto de 2005